jueves, 17 de noviembre de 2011

Horizontes Culturales

SOCIECONÓMONICO Y CULTURAL DE MESOAMÉRICA

Los horizontes culturales delimitan temporalmente ciertas características evolutivas de los pueblos. Cada uno de los horizontes en que se divide la historia mesoamericana tiene rasgos culturales similares en cuanto a formas arquitectónicas, tipos de cerámica y modos de organización social y económica. Para el área mesoamericana se han establecido tres horizontes principales.
-Horizontes Culturales
Los horizontes culturales delimitan temporalmente ciertas características evolutivas de los pueblos. Cada uno de los horizontes en que se divide la historia mesoamericana tiene rasgos culturales similares en cuanto a formas arquitectónicas, tipos de cerámica y modos de organización social y económica. Para el área mesoamericana se han establecido tres horizontes principales, aunque hay flexibilidad en cuanto a los años que abarcan: Preclásico, 2000 a.C. a 200 d. C.; Clásico, 200 a 800; Posclásico 800 a 1521.
En el continente americano y especialmente en México desde la llegada de los primeros pobladores hubo importantes progresos que duraron muchos miles de años, aprendieron a cultivar la tierra, a trabajar el barro y la piedra así como a domesticar animales. Con el paso del tiempo las aldeas se convirtieron en ciudades. Se crearon las religiones, las leyes y formas propias de arte, se avanzó en ciencias e inventaron sistemas de escritura y numeración.

La zona más importante de desarrollo cultural en México fue la llamada Mesoamérica, su evolución fue larga y complicada. Tres son los periodos formativos en los que las diversas culturas se desarrollaron compartiendo más o menos un mismo nivel cultural.

Estos periodos o épocas conocidos también como horizontes son:

Formativo o Preclásico
Clásico
Postclásico o Histórico


-Horizonte Preclásico
Preclásico interior:
Tlatilco es un asentamiento prehispánico del valle de México, situado cerca de la comunidad del mismo nombre en el estado de México. La cultura de Tlatilco es una de las primeras en asentarse en el Anáhuac, a las orillas del lago de Texcoco.
El nombre actual, proviene del Náhuatl, y significa "oculto en la tierra". Dicho nombre, fue asignado por los pueblos nahuatlacas, debido a que a su llegada al valle, la cultura de Tlatilco había desaparecido. Se cree que la ciudad estuvo dominada (o influída fuertemente) por los Olmecas (la primera gran cultura de Mesoamérica).
Por los restos encontrados, se sabe que los habitantes de Tlatilco conocían y dominaban la alfarería (de fuerte influencia Olmeca) y la cerámica. Además, practicaban la deformación craneana y la mutilización dentaria.
Según las más recientes investigaciones, los tlatilcas nunca desarrollaron el vestido ni algún tipo de lenguaje escrito o de imágenes. De hecho, los tlatilcas solían andar desnudos, o con el cuerpo pintado, preferentemente de color rojo. Eran inicialmente cazadores y su tipo de agricultura -hasta antes de la llegada de los Olmecas- era bastante rudimentaria.
Economía
Tlatilco fue una de las primeras sociedades de agricultores de Mesoamérica. La base de la economía era el cultivo del maíz, aunque posiblemente cultivaban también calabazas y frijoles. Las semillas eran sembradas con la ayuda de un palo aguzado, en campos que eran despejados mediante tala y roza. La dieta vegetal era complementada con la caza de aves y animales que habitaban el lago, tales como peces, patos, tortugas, armadillos, osos y sapos. También recolectaban frutos silvestres, raíces y tubérculos y tules, los que eran usados para alimentación y cestería.
Arte
Tlatilco destaca por sus figurillas humanas de cerámica. Las hay de dos clases: unas grandes, huecas y pintadas de rojo; otras pequeñas, sólidas y manufacturadas con increíble delicadeza y maestría. Estas últimas casi siempre representan a mujeres jóvenes desnudas, ataviadas con complejos tocados, breves faldellines o cubiertas con pintura corporal. También hay representaciones de personajes con dos cabezas, jorobados e individuos deformados o enmascarados. Se representan vestimentas, personajes y oficios, tales como jugadores de pelota y contorsionistas. Las vasijas de cerámica exhiben una decoración plástica y un limitado empleo del color. Las formas más comunes de estas vasijas, que muestran claras influencias externas, son escudillas, jarrones sin cuello, botellas de cuello largo, jarrones con tres patas y botellas con asa en forma de estribo. Además, hay vasijas modeladas con formas de animales y vegetales del entorno, como patos, peces y calabaza.
Organización Social
Era una sociedad diferenciada, en la que existía una elite emergente que no se dedicaba directamente a producir alimentos, sino que detentaba el poder y el prestigio sobre la base de una desigual distribución de los bienes. Las tumbas de esta elite muestran ofrendas que incluyen bienes traídos desde el territorio Olmeca, lo que demuestra que esta elite controlaba el intercambio y las relaciones a larga distancia.
Culto y Funebria
Las sepulturas se localizaban de manera más o menos dispersa, no constituyendo cementerios como tal. Eran hechas directamente en la tierra y los individuos eran dispuestos extendidos, acompañados de algunas ofrendas que les servirían en la otra vida, entre las que destacan las figurillas de cerámica. La iconografía de los objetos que acompañaban estas tumbas refleja un culto a la fertilidad, particularmente en el caso de las figurillas, que con sus anchas caderas, senos y sexo destacado, se relacionan con ritos de fertilidad asociados a los ciclos agrícolas de estos primeros aldeanos.

El Horizonte Preclásico marca el inicio de la vida sedentaria y la aparición de las primeras civilizaciones de Mesoamérica, entre las que destacan los olmecas.

El horizonte "Formativo" o "Preclásico" abarca desde el 1,500 a.C., cuando comenzaron a desarrollarse las primeras aldeas agrícolas, hasta el año 200 d.C., periodo en el cual se consolidó una de las grandes civilizaciones de Mesoamérica: la olmeca.
PRECLASICO MEDIO
La agricultura cambió la forma de vivir de la gente; le permitió establecerse en aldeas y comenzó una forma de vida sedentaria pues la cosecha aseguraba comida para todos y ya no hubo necesidad de ir de un lugar a otro en busca de alimento. Poco a poco la población aumentó y las aldeas crecieron. Sus habitantes aprendieron a hacer ollas, cántaros y platos de barro. Trabajaban la piedra y domesticaron animales como el guajolote, el pato y un perro llamado "itzcuintli".
Con el tiempo, algunas aldeas se convirtieron en ciudades y centros ceremoniales como Cuicuilco, construido a orillas de uno de los lagos que había en la cuenca del valle de México. En el Preclásico, Cuicuilco fue el poblado más importante de esa región. De esa población sólo se conserva una pirámide de base circular, rodeada por el pedregal que formó la lava del Xitle, un pequeño volcán en las faldas del Ajusco cuya erupción destruyó el sitio.

El proceso de crecimiento aldeano, que tuvo lugar en varias partes de Mesoamérica, habría de culminar con el establecimiento de la cultura olmeca. Surgida en tierras cálidas y húmedas de la costa del Golfo de México, esta cultura estuvo favorecida por la abundancia de agua; su poder y vigorosa influencia se extenderían por toda el área y más allá de sus fronteras.

De a cuerdo a las investigaciones de los antropólogos mexicanos y algunos extranjeros, hoy se sabe que el periodo formativo denominado Preclásico dura por lo menos 20 siglos, su evolución fue lenta, desde las aldeas agrícolas hasta la primera gran civilización de Mesoamérica: la de los Olmecas.
El área de difusión que abarcó la cultura del Preclásico se extendió desde el estado de Zacatecas en México, hasta El salvador y Honduras en Centroamérica, no se sabe a ciencia cierta en que sitios exactamente nació o hacia qué puntos partió. En el valle de México se han reportado varios hallazgos; en Copilco, se encontraron tumbas de tipo indígena primitivo, cubiertas por lava solidificada del volcán Xitle. Estos sepulcros contenían restos humanos y objetos de barro, piedra y hueso, al examinar los esqueletos de tres hombres re reveló que pertenecían a una raza de mediana estatura, cuyo origen se ignora.
Otro sitio de estudio es Cuicuilco en donde se descubrieron construcciones semisepultadas por la lava. El monumento principal es una planta circular con 25 metros de alto, y con base de 135 metros de diámetro, erigido quizás hace más de 2,000 años. Más sitios se encuentran en las primeras etapas de las Culturas maya y Monte Albán
Durante este periodo la población tuvo un crecimiento acelerado, es decir hubo una explosión demográfica importante, lo cual pudo haberse debido al aumento de las superficies cultivadas, el invento de nuevas técnicas agrícolas y el desarrollo de variedades de maíz que produjeron mazorcas más grandes.
Se creé que muchos sitios de México estuvieron habitados desde principios de Preclásico, aunque los vestigios arqueológicos no son muy abundantes, ya que generalmente las construcciones de esa época eran de madera, hojas de palma y otros materiales de la región que no resistieron el paso del tiempo.

-Agricultura
Los grupos que lograron desarrollar la agricultura, lentamente empezaron a establecerse en pequeñas aldeas. Para el año 2500 a.C. ya había grupos de agricultores sedentarios. Según los hallazgos de Tehuacán, Puebla, hacia el 3500 a.C. ya se cultivaba la calabaza, el zapote, el amaranto, el frijol y el chile. La agricultura permitió a aquellos grupos nómadas desarrollar una cultura diferente y más compleja. Se crearon los primeros utensilios de cerámica y se inició la domesticación de animales. Muchos grupos humanos, sobre todo de la parte norte de México, no tuvieron las condiciones necesarias para desarrollar la agricultura y se quedaron viviendo de la recolección y la caza por muchos siglos.

-Las Chinampas
Es posible que desde este periodo a orillas de los lagos de Chalco y Xochimilco, se hayan fabricado las chinampas, las cuales fueron de dos tipos: las de tierra firme y las pantanosas. Las primeras se elaboraban abriendo canales en las orillas del lago para permitir que el agua las rodeara, para abonarlas se utilizaba lodo extraído de la limpieza y fabricación de canales que ponían sobre las chinampas. Las segundas -pantanosas- eran islotes fijos, construidos en zonas de poco fondo, aprovechando mantos de vegetación acuática, tules o lirios, a los que amontonaban en tiras, puestas unas sobre otras que cubrían finalmente con una capa de cieno del lago. Estas se fijaban con estacas de sauces que arraigaban en el fondo del lago.

-Religión
Se sabe también que los antiguos mesoamericanos creían en la existencia de un más allá en donde moraban los espíritus de los muertos, esto se sabe por los descubrimientos de tumbas con entierros donde se encontraron objetos que los muertos podían necesitar en otra vida, tales como joyas, vasijas, juguetes y figurillas de barro.
En la religión primitiva se veneraba a fenómenos naturales como el sol, la lluvia y la fertilidad de la tierra. Conforme los asentamientos se fueron haciendo más complejos, se construyeron grandes centros ceremoniales donde se efectuaban ceremonias religiosas y observaciones astronómicas.

-El hombre del preclásico
Al alcanzar un mayor desarrollo las primeras culturas, se hizo necesaria la división del trabajo, se comenzaron a distinguir diferentes grupos: los gobernantes que a la vez eran sacerdotes y guerreros, los artesanos y los campesinos, estos últimos trabajaban la tierra y construían las obras públicas y en las guerras peleaban como soldados.
La agricultura se hacía en grupo y las familias se repartían los productos del campo. Aparecieron técnicas de tejido de telas, redes y cestas, se trabajo la piedra y el barro con una notable perfección.
Probablemente se usaban taparrabos para vestirse. El cuerpo era ornamentado con pinturas y objetos como collares, brazaletes, orejeras y narigueras.
Durante este periodo la vida en Mesoamérica se hace dependiente del cultivo de plantas domesticadas cada vez en mayor número, en particular de un complejo básico que dura hasta nuestros días, si bien la recolección y la caza son complemento importante. El cambio en el género de vida permite considerables aumentos en la población, acompañados de cambios en la organización social que se ven reflejados en los restos arqueológicos.
En este periodo fue fenómeno común en toda el área mesoamericana la unión de grupos de aldeas bajo el control de una de ellas convertida en centro ceremonial. La organización política, los conceptos religiosos y las relaciones de unas regiones con otras se modifican con relación al pasado.
El rasgo más característico del periodo es la formación de unidades político-territoriales más amplias. Puede suponerse que los territorios clánicos de gente que hablaba el mismo idioma y compartía creencias y se agrupaban bajo la autoridad de un hombre poderoso para formar una unidad política mayor a la que podríamos designar como “tribu”. La aldea donde reside este hombre poderoso crece más que otras y se convierte en centro ceremonial o capital.

-Los Olmecas
Entre los años 800 y 200 a.C. surgió la cultura olmeca en la costa del golfo de México, que fue la más importante de la época influenciando a otros grupos ya asentados en Mesoamérica. Los principales centros olmecas en La Venta, Tres Zapotes, El Trapiche, San Lorenzo, Los Tuxtlas y La Tigra, dan testimonio de la grandeza que alcanzó esta cultura. Hacia el año 1500 antes de Cristo, se instalaron en la zona sur de Veracruz, y parte oeste de Tabasco, los olmecas, "la gente del país del hule" (el hule es un producto de esa región)

Este nombre derivaba del náhuatl OLLI y MECATL (mecate), "habitante del país del hule"; también se les conoció como TENOCELOME (la boca de tigre).
Se radicaron en una zona de pantanos, junto a campos de maíz y frijol.
Este pueblo realizó obras de canalización, centros ceremoniales, esculpió bajorrelieves, usaba un registro de calendario. Los olmecas se adentraron en algunos conocimientos astronómicos, estudios de planetas y ciclos del calendario, y también, en el ritual del juego de pelota. Hablaron una lengua diferente de los mayas y aztecas (no se sabe bien el origen), e instituyeron el culto al jaguar.
El jaguar ejercía especial fascinación sobre el pueblo olmeca, y era el centro del arte y la religión.
En Chalcatzingo, a unos 30 kilómetros de Las Bocas, sobre las laderas del Cerro de la Cantera se hallan esculpidos interesantes bajorrelieves. El principal de ellos representa a la Diosa de la Lluvia, es de 2,75 metros por 3,25. También hay una representación de sacrificios humanos, y una escena de jaguares a punto de lanzarse sobre humanos (Hay quienes citan como mito olmeca la unión de humanos y jaguares como el origen de su cultura).

Tlatinco era un lugar de emplazamiento de las rutas del comercio exterior. Había allí una importante necrópolis en donde se sepultaban comerciantes olmecas. En las tumbas se han encontrado numerosos objetos, algunos adornos de jade importado, otras estatuillas de perros, así como de figuras humanas sin manos y sin pies, con nalgas y muslos muy pronunciados.

También esculpieron monumentales cabezas de piedra de hasta 3 metros de altura.

Representaban seres sobrenaturales y figuras humanas. De entre las figuras humanas, la más común es la de un hombre sedente con las piernas a la manera oriental. Algunas cabezas recuerdan las de ciertos animales, como el jaguar.
En toda la región olmeca se esculpieron gigantescas cabezas, que se supone que representaban a gobernantes, soberanos o dioses y estaban realizadas en monolitos de basalto de hasta 20 toneladas de peso, que obtenían en la sierra Los Tuxtlas. Todas estas cabezas tienen un gran parecido y llevan un casco.
También construyeron centros ceremoniales y templos, como el de la Isla La Venta, de poca extensión y rodeada de marismas. En las estelas o altares aparecen tallados de figuras humanas en relieve. En esta isla aparecen también fosos profundos a los que rellenaron con mosaicos de serpentinas, tallados, espejos de hematita y hachas de jade, materiales que eran traídos de la zona de Oaxaca, para rendir culto al jaguar.
Hacia 450 antes de Cristo, esta isla es abandonada, y posteriormente saquean el lugar, dañando los altares y monumentos.
Los olmecas están considerados por muchos investigadores, como los creadores de la primera civilización en Mesoamérica, la zona comprendida por gran parte de México y Centroamérica, conjuntamente con las culturas de pueblos posteriores, como la civilización maya, la azteca y la zapoteca.
Su economía tenía como base fundamental, la agricultura, el principal cultivo era el maíz, así como el frijol, el cacao, la calabaza, etc. Agregaban a esta alimentación, la carne de pescado, venados, tortugas y perros domesticados.
Esta cultura se fue extinguiendo opacada por otras civilizaciones, como la maya y la zapoteca. Tuvo su preponderancia entre los años 1200 y 400 antes de Cristo.
Los olmecas fueron los primeros en construir centros ceremoniales como La Venta, en Tabasco; Tres Zapotes y San Lorenzo, en Veracruz. La región de la selva húmeda era muy favorable para la agricultura; las lluvias abundantes y las crecientes de ríos fertilizaban la tierra. Los ríos al desbordarse, fertilizaban sus riberas con limo, por lo que las siembras daban excelentes cosechas. Además, el mar les ofrecía peces y mariscos, y si esto fuera poco, las selvas aledañas una caza variada.
En ese lugar abundaban: monos, tlacuaches, jabalíes, iguanas, faisanes, guajolotes, venados, jaguares y muchos animales más. Los olmecas consideraban al jaguar una criatura sagrada y lo relacionaban con el mundo oscuro, frío, nocturno y húmedo de la tierra. Asimismo, lo asociaban con las cuevas y el ejercicio del poder. El jaguar era la principal figura religiosa, lo veneraban porque para ellos representaba los misterios y peligros de la selva, así como la fuerza para vencer los obstáculos de vivir en ella.
Los olmecas, o "habitantes del país del hule", formaron la primera gran cultura mesoamericana y alcanzaron un gran desarrollo; llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar, entre ellas el hule de Tabasco y Veracruz. A partir del comercio y las expediciones, muchos avances de los olmecas se extendieron por toda Mesoamérica, en lugares apartados como Guerrero, el Valle de México, Oaxaca y la zona maya. Al pasar por otras comunidades, enseñaban lo que ellos sabían, por lo que se le reconoce como "Cultura Madre", pues las demás basaron parte de su desarrollo en ella.

Gracias a los ríos de su área geográfica los olmecas desplazaron sus productos con facilidad. Las enormes piedras que utilizaron para sus esculturas y edificios eran deslizadas sobre balsas por medio de las corrientes. Los olmecas desarrollaron una relación comercial muy estrecha con el valle de Oaxaca, la cual fortaleció a las elites zapotecas y facilitó el desarrollo de Monte Albán.
Los olmecas fueron agricultores, comerciantes, artistas y grandes constructores. Trabajaron el barro y la piedra. Tallaban desde pequeñas figuras de jade hasta enormes cabezas de piedra, de más de dos metros de altura, esculpidas en rocas que traían de muy lejos. El ajuar doméstico incluía vasijas de cerámica, metates de piedra, petates, canastos y telas para vestir, elaboradas con hilos de algodón o de fibras ásperas como las de la lechuguilla o la yuca.
La población vivía en aldeas en torno al centro ceremonial dentro del cual residían los sacerdotes y gobernantes con sus familias. Los monumentos olmecas son impresionantes. Los olmecas crearon los principios de un urbanismo ceremonial, iniciaron el desarrollo del calendario con los conocimientos astronómicos que lo fundamentan y establecieron una escritura figurativa. Se piensa que ellos iniciaron los conocimientos de la numeración, del calendario y de la escritura, como se observa en varios de sus monumentos y esculturas.

La sociedad estaba compuesta por distintos grupos; mientras unos cultivaban, otros gobernaban u organizaban ritos para el culto a los dioses. Las necesidades de aquella sociedad estratificada hicieron necesario que algunos administraran la producción, impulsaran el comercio y dirigieran las obras monumentales. Los individuos que dirigían los servicios religiosos conjugaban asimismo el poder político pues poseían conocimientos esenciales sobre el calendario y el momento preciso de la siembra.
Entre los años 500 y 400 a.C., los olmecas tuvieron dificultades y del año 300 a.C. al 200 d.C. su cultura se desintegró; esto llevó a la transformación de algunos lugares y a la constitución de otros con las nuevas culturas que se estaban formando. En los valles de Oaxaca y México empezaron a destacar villas que más tarde dieron origen a centros urbanos importantes.
-Los Zapotecas

Pese a que la cultura olmeca fue la que más destacó durante la época preclásica, hubo otros grupos en las regiones de Oaxaca y Yucatán, zapotecas y mayas respectivamente, que en forma independiente lograron avances importantes para su sobrevivencia. Los zapotecas, en Monte Albán, por ejemplo, mejoraron las técnicas agrícolas mediante la construcción de canales y en el sistema de barbecho de las laderas. Para esta época también se registran construcciones hechas con piedras, como una base piramidal que se supone formaba parte del centro ceremonial. En algunas piedras se encuentran bajorrelieves con escenas de guerra y cautivos. Pero sin duda lo que más sorprende es la aparición de un calendario y un tipo de escritura en los edificios de Monte Albán; de hecho, el calendario que aparece es un antecedente del calendario maya que aparecerá en épocas posteriores.
La designación de este periodo, que comprende los primeros 800 años de nuestra era, implica un grado de organización política, social y religiosa más complejo que en etapas anteriores, como se desprende fácilmente de los restos arqueológicos de los zapotecas. De esta fase datan algunos de los complejos arquitectónicos más notables por su riqueza, así como creaciones artísticas de la mayor finura. Es evidente que tales obras se realizaron gracias a la participación de una sociedad estratificada y rígidamente controlada (sobre todo por medios religiosos) y alimentada por la labor de campesinos altamente productivos merced a las obras de irrigación que, a su vez, requirieron grandes cantidades de trabajo para su construcción y mantenimiento.

Desde épocas muy remotas, hacia el año 800 a.C., durante el horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de México y las ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.

Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada que a principios del periodo Clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las tumbas.
Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura. Por medio de glifos y otros símbolos grabados en piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Actualmente, los zapotecos conforman un importante grupo indígena. Viven principalmente en el estado de Oaxaca, aún cuando hay pequeños grupos en Veracruz, Guerrero y Chiapas. La región zapoteca se encuentra en la sierra, en los valles centrales y en el istmo. Desde un punto de visto lingüístico, el zapoteco forma parte de la familia oaxaqueña y se encuentra entre las lenguas indígenas con mayor número de hablantes en nuestro país.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d.C., casi todas ellas fueron abandonadas. Primero, en Teotihuacán, después en la zona maya y luego en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de Occidente.

Monte Albán dominó los valles hasta fines del periodo Clásico y, al igual que otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 800 d.C. terminó su esplendor; pese a ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca.
La cultura zapoteca es un pueblo nativo del sur de México, y que asimismo habita sobre todo en el sur de Oaxaca y en el istmo de Tehuantepec. En la actualidad la familia de sus lenguas consiste en más de 15 idiomas que están en peligro de desuso. En la época precolombina, los zapotecas fueron una de las civilizaciones mesoamericanas más importantes.
Poco se sabe sobre el origen de los zapotecas. A diferencia de la mayoría de los indígenas de Mesoamérica, ellos no tenían ninguna tradición o leyenda sobre su migración, sino que ellos creían que nacieron directamente de las rocas, árboles, y de jaguares.
Evidencia arqueológica indica que su cultura data desde hace 2500 años atrás. Aproximadamente entre los siglos XV y IV a.C., tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la cultura zapoteca, con centro en San José Mogote. Hacia el año 800 a.C., durante el horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de México y las ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.
Los primeros zapotecas eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas, que adoraban un panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cosijo -representado por un símbolo de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos comunes en las culturas mesoamericanas. Una jerarquía de sacerdotes regulaba los ritos religiosos, que a veces incluyeron sacrificios humanos. Los zapotecas adoraban a sus antepasados y, creyendo en un mundo paradisíaco, desarrollaron el culto a los muertos. Ellos tenían un gran centro religioso en Mitla y una magnífica ciudad en Monte Albán, donde prosperó una civilización altamente desarrollada, posiblemente hace más de 2000 años. En el arte, la arquitectura, la escritura (jeroglíficos), las matemáticas, y la astrología (calendarios), los zapotecas parecen haber tenido afinidades culturales con los olmecas, los antiguos mayas, y más adelante con los Toltecas.
Ellos dejaron evidencias arqueológicas en la antigua ciudad de Monte Albán; en forma de edificios, estadios para el juego de pelota, de tumbas magníficas y de valiosas mercancías, incluyendo la joyería finamente trabajada en oro. Monte Albán era la primera ciudad principal en el hemisferio occidental y el centro de un estado zapoteca que dominó una gran parte de lo que ahora conocemos como el estado actual de Oaxaca.
Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada que a principios del periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.

Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d.C., casi todas ellas fueron abandonadas. Primero, en Teotihuacán, después en la zona maya y luego en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de Occidente.
Monte Albán dominó los valles hasta fines del periodo Clásico y, al igual que otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d.C. terminó su esplendor; pese a ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Viniendo del norte, los mixtecas (a los cuales no les gustaba el viaje por que le daba mala espina) sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y posteriormente en Mitla; los zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y los huaves del Golfo de Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y mixtecas lucharon para evitar que los aztecas ganaran el control de las rutas comerciales hacia Chiapas, Veracruz y Guatemala. Bajo el mando de su gran rey, Cosijoeza, los zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de Guiengola, manteniendo la vista sobre Tehuantepec, y manteniendo con éxito la autonomía política mediante una alianza con los aztecas hasta la llegada de los españoles.
En su religión su dios más importante fue Pije Tao, el segundo era Pitao Cozijo, dios de la lluvia. Los demás eran:
Pitao Cozobi: dios de la agricultura y el maíz

Quetzalcóatl: dios del Sol

Murciélago: dios de la agricultura

Bezelao: diosa de la fertilidad

Jipe Totec: dios joyero

Copijza: dios providencia

-Mixteca


Los mixtecos ocuparon una extensa región montañosa de los actuales estados de Oaxaca. Guerrero y Puebla. Después de que los zapotecos abandonaron Monte Albán, los mixtecos bajaron de la montaña y habitaron los valles de Oaxaca. Los mixtecos establecieron sus propios centros religiosos. Mitla, que había sido un centro ceremonial zapoteco, se convirtió en la ciudad mixteca más importante.
Los mixtecos construyeron edificios decorados con grecas de piedra que demuestran su habilidad como artesanos. Desarrollaron un estilo de cerámica con mucho colorido, trabajaron los metales y se destacaron como excelentes orfebres. Con oro, plata, cobre y piedras preciosas como la turquesa, las perlas y los corales, realizaron hermosos collares, pectorales, brazaletes, narigueras y anillos. Además, destacaron como comerciantes y mostraron interés por la herbolaria, así como por la astronomía.
Los mixtecos se caracterizaron por escribir códices sobre tiras de piel de venado o en papel amate, en los que registraban acontecimientos diversos e importantes, que actualmente son un bello testimonio de su historia.
Existieron aldeas mixtecas en sitios como Monte Negro y Etlatongo, y en Yucuita en la Mixteca Alta, hacia el año 1500 a.C. hasta el 500 a.C.
Para este periodo establecieron contactos con otros grupos no sólo a través del intercambio de productos, también de modelos tecnológicos y artísticos, que pueden observarse en los estilos y formas que comparten con las culturas desarrolladas en lugares tan alejados como la cuenca de México, la zona de Puebla y el Valle de Oaxaca.
Las aldeas mixtecas tuvieron también un patrón de asentamiento basado en unidades habitacionales que congregaron a varias familias nucleares, cuya economía estaba basada en la agricultura. El desarrollo de técnicas para el almacenaje de alimentos propició el incremento de clases y tipos de objetos de cerámica, así como construcciones en pozos subterráneos.
Yucuita es otro de los asentamientos importantes de este periodo, quizá subordinado a Yucuñadahui a 5 km. de él. Se localiza en el Valle de Nochixtlán sobre una loma plana y alargada y para el año 200 a.C. había alcanzado un tamaño de población de varios miles de habitantes.
Los primeros centros urbanos mixtecos eran pequeños, con una población de entre 500 a 3,000 habitantes. A diferencia de lo que sucedió en los valles centrales de Oaxaca, en la Mixteca no hubo el predominio de una ciudad por largos períodos como en el caso de Monte Albán, ni se alcanzó el tamaño y densidad de población de ésta.
Las comunidades mixtecas mantenían una competencia constante, sus nexos y alianzas eran temporales e inestables, con conflictos por el poder y el prestigio. Los centros urbanos también servían para congregar a la población en los días de mercado y como centro de reunión con otros grupos vecinos.
En estos sitios predominan las grandes plataformas y los juegos de pelota. Para este periodo existe ya una presencia clara de escritura por medio de glifos y representaciones trabajadas en piedra y en cerámica, tanto de figuras y lugares específicos, como de fechas calendáricas.
En cuanto a la organización social se nota una diferencia en estatus sociales, de acuerdo con los distintos tipos de vivienda y objetos encontrados en ellas, característicos de las tumbas y de sus ofrendas que ciertamente variaban de acuerdo al rango social del individuo.

Para la siguiente etapa, a la que podemos denominar la de los señoríos, cacicazgos y reinos, la sociedad se encuentra ya estratificada en varios grupos fundamentales: los señores gobernantes y principales; los macehuales o comuneros con tierras propias, campesinos sin tierras y los esclavos; este fenómeno no sólo ocurre en la Mixteca, lo mismo sucede en la mayor parte de la región oaxaqueña.
En la Mixteca Alta el sitio más importante para el periodo Postclásico (750 a 1521 d.C.) fue Tilantongo, al que se denominaba como Nuu Tnoo Huahui Andehui, Templo del Cielo, reino del famoso dirigente Ocho Venado Garra de Tigre. Otros señoríos importantes fueron Yanhuitlán y Apoala.
Uno de los rasgos sobresalientes de esta etapa es el alto grado de desarrollo artístico y tecnológico alcanzado por los mixtecos; bellos objetos de cerámica policroma, figuras y herramientas de obsidiana confeccionados con gran calidad, grabados hechos en hueso con representaciones tipo códice, ornamentos de oro, plata, turquesa, jade, concha y algo que destaca de manera significativa: los manuscritos pictográficos o códices de gran valor estético e invaluables, sobre todo, por el contenido histórico y religioso que se desprende de ellos.
Este periodo fue de gran movilidad demográfica, debido a diversos factores, entre los que merece una mención especial la llegada de los aztecas hacia el año 1250 d.C., y las incursiones e invasiones mexicas que ocurrieron dos siglos más tarde. Algunos grupos mixtecos invadieron a su vez el Valle de Oaxaca, conquistaron Zaachila y establecieron un señorío en Cuilapan.
La Mixteca se encontraba dividida en una red de señoríos constituidos por cada uno de los pueblos y sus comarcas aledañas. Algunos estaban agrupados en una serie de provincias mientras otros permanecían independientes.
Entre los más grandes se pueden citar a Coixtlahuaca, Tilantongo, Tlaxiaco y Tututepec. A estos señoríos se les denominaba también reinos y tenían sus sedes en las ciudades más importantes de ese momento.
De acuerdo a diferentes fuentes etnohistóricas, Tututepec fue el reino más poderoso de la Mixteca de la Costa. Se extendía en más de 200 km. a lo largo del litoral del Pacífico, desde el actual estado de Guerrero hasta el puerto de Huatulco.
Ejerció dominio sobre varios pueblos cuya composición étnica era contrastante como fueron los amuzgos, los mexicas y los zapotecos. A la cabeza de cada pueblo estaba un cacique que había heredado el poder como máxima autoridad.
PRECLASICO SUPERIOR.

CUICUILCO


La zona arqueológica se localiza en la avenida Insurgentes Sur, en el cruce con Anillo Periférico, en el Distrito Federal. La distribución de estructuras se extiende más allá del enrejado de la zona; el conjunto llamado Cuicuilco B se encuentra en el Centro Deportivo Villa Olímpica, y el Montículo de Peña Pobre en el cruce de las avenidas Insurgentes y San Fernando.
Cuicuilco en opinión de Zelia Nuttall, significa: “Lugar donde se hacen cantos y danzas”. El sitio se ubica en el suroeste de la cuenca de México en un antiguo delta del río formado por las corrientes que bajaban del Zacatépetl y el actual bosque de Tlalpan.
Se afirma que el desarrollo del lugar, desde época temprana, se debe a su posición estratégica, ya que el occidente de la cuenca se conecta con la entrada al valle de Toluca. Asimismo, se considera que el declive de Cuicuilco se generó entre 100 a.C.-1 d.C., y aunque hubo una ligera recuperación durante 1-150 d.C., la presencia de deidades del fuego, y ceniza volcánica en los pisos, sugiere fuerte actividad volcánica en la cuenca de México.
No obstante el abandono de Cuicuilco como gran centro ceremonial, se continuó haciendo ofrendas hasta el momento en que la localidad fue cubierta por las lavas del Xitle, lo que ocurrió alrededor del año 400 después de Cristo.
Desde principios de este siglo El Pedregal fue un lugar atractivo para definir las culturas antecesoras a las formaciones socioeconómicas teotihuacana y mexica en la cuenca de México. Las investigaciones en Cuicuilco B demostraron que el desarrollo del sitio es producto de una dinámica interna.
Bajo esta perspectiva, aunque el lugar era productor, hacia 600-200 a.C., de una nueva tradición cerámica, también es evidente que el paisaje había sido configurado por la sucesión de varias generaciones.
La periodificación establecida para Cuicuilco debe considerarse tentativa. De acuerdo con ésta, la ocupación más antigua se remonta hasta el 1200 a.C., en la cuenca hubo una serie de aldeas de agricultores cuya configuración y distribución en el espacio es similar. Hacia 1000-800 a.C. aparecen plataformas de tierra cónico-truncadas con planta ovalada. Los especialistas llaman a estos sitios cabeceras regionales; es decir, eran de mayor jerarquía y funcionaban como centros de integración, lo que resulta en la formación de cabeceras regionales mayores.
Si la enorme pirámide de Cuicuilco es expresión de este incremento, entonces ello significa que este nivel de desarrollo se alcanzó entre 800-600 a.C., ya que es la fecha en que se construyó. En caso de ser cierto, el carácter protourbano, característico de este nivel, podría haberse extendido, también, por el Preclásico Tardío hasta el debilitamiento de Cuicuilco entre 100 a.C. y 1 d.C. En este momento comenzó el desarrollo de Teotihuacán, que en el Clásico fue un centro urbano muy importante.
Horizonte Clásico

La designación de este periodo, que comprende los primeros 800 años de nuestra era, implica un grado de organización política, social y religiosa más complejo que en etapas anteriores, como se desprende fácilmente de los restos arqueológicos. De esta fase datan algunos de los complejos arquitectónicos más notables por su riqueza, así como creaciones artísticas de la mayor finura. Es evidente que tales obras se realizaron gracias a la participación de una sociedad estratificada y rígidamente controlada (sobre todo por medios religiosos) y alimentada por la labor de campesinos altamente productivos merced a las obras de irrigación que, a su vez, requirieron grandes cantidades de trabajo para su construcción y mantenimiento.

CLASICO TEMPRANO:
Los dioses eran los seres sobrenaturales de mayor importancia durante el clásico, aunque se conservaran las creencias en otros seres sobrenaturales de menos poder y jerarquía. A los dioses (de los cuerpos celestes, de la tierra, del agua, del fuego, entre otros) se debía acatamiento y respeto, para conseguir de ellos una disposición favorable y el otorgamiento de las condiciones propicias a las buenas cosechas, así como salud en la gente y armonía en la sociedad. El señor de un estado era hombre-dios, pues encarnaba al dios de quien sería supremo sacerdote; de ahí que la obediencia a sus órdenes era el acatamiento y la reverencia. Así pues, si los dioses habían dado normas de conducta para todos los aspectos de la vida, toda la gente -señores y vasallos, hombres y mujeres, chicos y grandes- debían cumplirlas puntualmente ya que de lo contrario los males se abatirían sobre la sociedad.
En el clásico, habría actos más propios de la religión: ofrendas, sacrificios y auto sacrificios que debían hacerse en honor de determinados dioses en fechas previstas. No era sólo la gente del pueblo quien participaba, sino también los hombres-dioses. Ellos eran los responsables de los complicados rituales que aseguraban el bienestar de toda la sociedad y a ellos tocaba hacer sacrificios y auto sacrificios (se conocen, por ejemplo, representaciones de señores cortándose la lengua) y si los ritos lo requerían, debían coordinar y asegurar la participación de otros.
Teotihuacán


Aunque los primeros asentamientos humanos en el valle de Teotihuacán se ubican alrededor del 400 a.C., no es sino hasta los primeros años de nuestra era, cuando se convierte en un centro ceremonial con una población aproximada de 20,000 personas. Para el año 400 d.C. Teotihuacán se extendía sobre una superficie de 22 kilómetros dominando de hecho todo el valle de México y Puebla, manteniendo contactos comerciales con olmecas en Veracruz, zapotecas en Oaxaca y mayas de la península de Yucatán. Entre los años 400 y 650 Teotihuacán se convirtió en un gran centro religioso y comercial de Mesoamérica. Se cree que la población teotihuacana alcanzaba los 200,000 habitantes y que era una ciudad bien urbanizada, con construcciones firmes. Dada su importancia política, religiosa, cultural y comercial Teotihuacán era visitada por vecinos, convirtiéndose en una zona de intercambio.
Ubicados en una zona privilegiada en cuanto a recursos naturales, los teotihuacanos fundaron su ciudad al norte del lago de Texcoco, lo cual les brindó la oportunidad de tener una gran variedad de alimentos, sal y hasta arcilla para su cerámica. Los residuos volcánicos que se encuentran a su alrededor los dotaron de grandes depósitos de obsidiana, la cual utilizaron para la fabricación de diversas herramientas. La gran ciudad de Teotihuacán evidencia un alto grado de planificación no sólo para el centro ceremonial en sí, sino para toda el área urbana que le rodeaba. La Calzada de los Muertos, que recorre la ciudad de norte a sur, remata en la pirámide de la Luna que, junto con la del Sol y el resto del conjunto, constituye una de las obras más imponentes de la arquitectura prehispánica.
El esplendor alcanzado por los teotihuacanos durante el horizonte clásico, llegó a su fin, intempestivamente, entre los años 650 y 700. Se desconocen las causas que llevaron a sucumbir a tan importante imperio, aunque se manejan diversas hipótesis para explicar dicho derrumbe; entre ellas una gran escasez de alimentos y un cambio drástico en el medio ambiente por la excesiva tala de árboles que provocó esta disminución de alimentos; también se contempla el que las poblaciones tributarias hayan dejado de proveer al imperio. Quizá hayan sido los nómadas del norte los que provocaron su derrumbe incendiando provocando la huida de los señores y de buena parte de la población. Los toltecas heredarían a la postre algunos rasgos culturales de los teotihuacanos.
Los mayas


Otra civilización impactante y esplendorosa que brilló en Mesoamérica durante el horizonte clásico fue la cultura maya. Aunque hay vestigios de asentamientos en la península de Yucatán desde épocas muy tempranas, en el preclásico se consolida un verdadero estilo maya en arte y arquitectura. En el Petén surgió la cerámica Chicanel y se empiezan a construir tumbas con techos abovedados en Tikal y Holmul, cuyos elementos evidencian la importancia de la actividad ceremonial y el estatus. Hacia el final de este horizonte se generaliza en la zona maya la arquitectura abovedada, las inscripciones ceremoniales y la cerámica polícroma.
La cultura maya se desarrolló en el territorio que hoy comprende los países de Honduras, Belice y el norte de Guatemala, así como los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
A diferencia de las ciudades teotihuacanas, los edificios construidos por los mayas, no tenían por objeto principal albergar a la población, sino ejercitar la observación astronómica. En ellos sólo vivían los sacerdotes, gobernantes y guerreros. Los principales desarrollos mayas del horizonte clásico son Tikal, Cobá, Kabah, Uxmal, Palenque, Xpuhil, Yaxchilán, Copán y Bonampak. Ahí se puede apreciar el uso de la bóveda falsa, la cual fue un avance importantísimo para la arquitectura y un rasgo muy distintivo de la cultura maya. Casi como una constante dentro del área, encontramos amplios patios alrededor de los cuales construyeron templos, observatorios y juegos de pelota con una armonía sorprendente; además, los bajorrelieves y las decoraciones con estuco, dan a los centros mayas un atractivo impresionante aun en la actualidad. Existen, sin embargo, diferencias en el tipo de construcciones que caracterizan a cada lugar; por ejemplo, mientras que el rasgo distintivo de Tikal es la esbeltez de sus templos, sus empinadas escaleras y las cresterías que rematan sus techos, en Palenque encontramos el arte escultórico más realista y refinado de la cultura maya.
Si bien la cultura maya tiene características generales más o menos homogéneas, cada uno de los estados tuvo un desarrollo independiente con un gobierno propio ubicado en la ciudad principal. A diferencia de lo que sucedió en otras partes de Mesoamérica, los estados mayas del clásico parecen haber tenido relaciones menos cordiales entre sí. Las estelas, los murales de Bonampak, las inscripciones (por ejemplo en Yaxchilán, Piedras Negras y otros sitios) dan cuenta de dinastías de señores guerreros que se arrojaban sobre los señoríos vecinos para incorporarlos a su dominio, o que procuraban evitar sufrir la misma suerte mediante alianzas matrimoniales.
Los mayas tenían un dios supremo, a quien no representaban y al que llamaban Hunab-Ku. Además rendían culto a otras deidades, semejantes a las de toda el área mesoamericana, propias de los pueblos agrícolas. Las principales eran el dios de la tierra, el del sol (Kinich Ahau), el de la lluvia (Chaac), el del maíz (Yum Kax), el del cielo (Tzamná), el de la muerte (Ah Puch) y el del viento (Kukulkán). Como todo pueblo religioso, los mayas practicaban una serie de ritos (individuales o colectivos) que formaban parte de la cotidianidad de la población, y que se practicaban en los lugares contiguos a los templos. Lo mismo que en otras áreas de Mesoamérica, los mayas practicaron los sacrificios y auto sacrificios, y veneraban a sus dioses mediante oraciones y ofrendas.
En cada uno de los estados mayas, había un gobernante u “hombre-dios”, que era conocido como halach-uinic y que habitaba en la ciudad más importante del estado. El halach-uinic legaba el poder a sus descendientes y se piensa que en sus orígenes debió haber sido un sacerdote. Para auxiliar a este gobernante en cada una de las ciudades existía un batab, que se encargaba de mantener el orden y de seguir las instrucciones dadas por el hombre-dios supremo de todo el estado. Abajo de estos dos jerarcas había toda una burocracia, con una jerarquía privilegiada, que manejaba los diferentes rubros de la administración.
Además de sus avanzados conocimientos astronómicos, que los llevaron a conocer el ciclo lunar y solar, los mayas perfeccionaron los conocimientos olmecas de las matemáticas y el calendario, y gracias a esto tuvieron un conocimiento muy preciso sobre las estaciones, los eclipses y los días del año. Su sistema de cálculo largo, en el que se procedía multiplicando por 20, los acercó al concepto de infinito. Todos sus conocimientos los aplicaron en su vida diaria mejorando con esto las cosechas y aprovechando al máximo los recursos naturales. Se cree que los mayas crearon redes de canales que les permitían optimizar el uso de sus recursos hidráulicos mejorando en consecuencia los cultivos (maíz, frijol, calabaza, chile, tomate, cacao, chayote, tubérculos, henequén y tabaco). El uso del henequén les permitió hacer diversas prendas como sacos, bolsas, canastos e incluso suelas de sandalias. Los troncos de los árboles los aprovechaban para construir casas, herramientas y papel.
Se ignoran las causas por lo que se derrumbó del imperio maya, al igual que sucedió en Teotihuacán. Existen diversas hipótesis que pretenden explicar la razón por la que las ciudades fueron abandonadas hacia el siglo IX, dirigiéndose sus pobladores tal vez a las tierras altas de Chiapas y Guatemala o a las bajas de Yucatán. Una crisis política, un descenso brusco en la producción de alimentos o quizás invasiones bélicas de extranjeros pudieron incidir en la desaparición del imperio maya.
Palenque


Es una ciudad maya, ubicada en lo que hoy es el estado mexicano de Chiapas, cerca del río Usumacinta. Es uno de los sitios más impresionantes de esta cultura. En comparación con otras ciudades mayas, se la considera de tamaño mediano: menor que Tikal o Copán, destaca por su acervo arquitectónico y escultórico
Se cree que los mayas fundaron Lakam Ha durante el período Formativo (2500 a. C. - 300 d.C), alrededor del 100 a. C., como una aldea predominantemente agricultora, y favorecida por los numerosos manantiales y corrientes de agua de la región.
La población creció durante el período Clásico Temprano (200-600), hasta ser una ciudad, llegando a ser la capital de la región de B'akaal (hueso), comprendido en la zona de Chiapas y Tabasco, en el período Clásico Tardío (600-900). La más antigua de las estructuras que han sido descubiertas fue construida alrededor del año 600.
B'akaal fue un centro importante de la civilización maya entre los siglos V y IX, durante los cuales alternó épocas de gloria y de catástrofe, de alianzas y guerras. En más de una ocasión hizo alianzas con Tikal, la otra gran ciudad maya de la época; en especial para contener la expansión del belicoso Calakmul, también llamado "Reino de la Serpiente". Calakmul resultó victorioso en dos ocasiones, en 599 y 611.
Los gobernantes de B'akaal proclamaban que el origen de su linaje venía del pasado remoto, algunos inclusive jactándose de provenir de tiempos prehistóricos, llegando a la creación del mundo actual, que, en la mitología maya, fue en el año 3114 a. C. Las teorías arqueológicas modernas especulan que la primera dinastía de sus regidores fue probablemente olmeca.
Estructuras principales
• Templo de las Inscripciones. Se trata de un templo sobre una pirámide escalonada localizada en el costado oriental. Tiene este nombre por tres tableros de roca con inscripciones jeroglíficas, que se encuentran dentro del templo. Los jeroglíficos detallan la historia de la dinastía regente en la ciudad, y los hechos de Pacal el Grande. La estructura está decorada con relieves hechos en estuco. En el interior del templo, una baldosa cubría la escalinata que descendía dentro de la pirámide, que en dos tramos, llegaba a la cripta funeraria de Pacal. Tanto el sarcófago y la losa que lo cubre, como los muros de la cripta, están decorados con bajorrelieves que muestran, entre otras cosas, la muerte de Pacal y su descenso al inframundo, donde toma la identidad de uno de los dos gemelos que, en el Popol Vuh, derrotaron a los señores del inframundo y alcanzaron la inmortalidad. En los jeroglíficos de la cripta, se describen también el origen y los ancestros de Pacal, así como la banda celeste y una serie de deidades mayas.
• El Palacio. Más que un edificio, se trata de un complejo de edificios interconectados, que fueron construidos, remodelados y modificados a lo largo de cuatrocientos años, sobre una terraza artificial. Está situado en la parte central de la zona arqueológica, y su nombre se debe a la conjunción de patios, crujías y la torre de cuatro cuerpos que lo caracteriza. Contiene esculturas y bajorrelieves en estuco de alto valor artístico.
• El conjunto de las cruces, formado por el Templo de la cruz, el Templo del sol, y el Templo de la cruz foliada. Se trata de un conjunto de templos sobre pirámides escalonadas, cada uno con elaborados relieves en su interior. Los templos conmemoran el ascenso al trono del Señor Chan Bahlum II, tras la muerte de Pacal el Grande, y muestran al nuevo Señor recibiendo la grandeza de manos de su predecesor. Las cruces a las que aluden los nombres de los templos, son en realidad representaciones del árbol de la creación que se encuentra en el centro del mundo, de acuerdo a la mitología maya. El Templo de la Cruz aún conserva la crestería, un muro calado que coronaba la estructura. En su interior estaba el tablero central (hoy exhibido en el Museo Nacional de Antropología) que tiene una representación del monstruo de la tierra, del cual brota una planta de maíz. Sobre la planta, flanqueada por dos figuras humanas, se encuentra posada un ave fantástica. el Templo de la cruz foliada ha perdido su fachada, y sólo la segunda crujía se conserva completa.
• Acueducto. Se trata de una estructura abovedada de tres metros de altura, conduce al río Otulum por debajo de la plaza principal de Palenque, en la sección que corresponde a la fachada oriental del Palacio. el acueducto se complementa con un puente de piedra construido aguas abajo, en el lugar conocido como Baño de la Reina, al extremo norte del grupo principal.
• Templo del león. Se encuentra 200 m al sur del grupo principal. Debe su nombre al elaborado bajorrelieve, hoy destruido, que representaba a un rey sentado sobre un trono en forma de un jaguar bicéfalo.
• Templo del Conde. fue llamado así por Waldeck, quien lo habitó durante su estancia en Palenque, y, entre otras extravagancias, se acreditaba a sí mismo el título de Conde (otra veces asumía los títulos de Barón y Duque). El elegante edificio tiene un basamento escalonado de cinco cuerpos. En la parte superior, está un templo que conserva la totalidad de sus elementos arquitectónicos originales.
• Juego de pelota. Dos plataformas paralelas formaron la estructura para el juego de pelota. Sin embargo, aún se requieren trabajos de exploración y consolidación.

Clásico Tardío
Tajín


El Tajín es una zona arqueológica precolombina cerca de la ciudad de Papantla, Veracruz, México. La ciudad de Tajín se cree que fue la capital del estado Totonaca y llegó a su apogeo en la transición al Posclásico conocido también como Período Epiclásico mesoamericano, entre los años 800 y 1150, cuenta con varias Canchas de Pelota y basamentos pirimidales.
Tajín significa Ciudad o Lugar del trueno en el lenguaje totonaca.Se piensa que Tajín también fue el nombre de algún dios totonaca, si bien tal como sucede con muchos sitios arqueológicos es poco probable que esa fuera su nombre en aquel tiempo.
El Tajín fue la ciudad más grande de la costa norte del golfo de México y dominó el territorio limitado por las cuencas de los ríos Tecolutla y Cazones, entre 650 y 950 d.C. Los gobernantes de esta capital extendieron su hegemonía desde el somontano de la Sierra Madre Oriental hasta las planicies costeras del golfo, en los actuales estados de Puebla y Veracruz.
El patrón arquitectónico consiste en edificios de base cuadrada o rectangular con uno o varios cuerpos superpuestos recordándonos, la zona se divide en varios subconjuntos. Este sitio arqueológico se especula es de alrededor de 10km², pero hay aún una gran parte de este sitio que no ha sido explorada por lo que se encuentra cubierta por maleza y pasto. La traza urbana fue planeada para definir un paisaje en el que espacios y alturas se distribuyeran según los grupos sociales. Los dirigentes ubicaron sus palacios, salones y edificios administrativos en el área más alta, llamada Tajín Chico, y coronaron su jerarquía con el edificio de Las Columnas, morada de la dinastía gobernante, cuyo poder quedó representado en las estrías de los fustes circulares que flanquean el acceso porticado a los salones de este enorme recinto.
Monumentos
La entrada y el museo de sitio
La entrada al sitio está ubicada en el extremo sur. Al ser nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1992, las nuevas instalaciones se han añadido a este ámbito, tales como una cafetería, servicios de información, un parque y las oficinas administrativas. El museo de sitio se encuentra también aquí. Además, la Danza de los Voladores se promulgó en la entrada al sitio y se considera un requisito para los visitantes del sitio. Los Voladores aparecen cada media hora en el polo y el círculo construido en las afueras de la puerta principal.
Grupo del Arroyo
Esta zona es una de las secciones más antiguas de la ciudad. Está flanqueado por cuatro edificios de alto, llamado Edificios 16, 18, 19 y 20, que fueron coronadas por templos. Las escaleras conducen desde el suelo de la plaza de los templos más arriba.
Pirámide de los Nichos
Esta pirámide tiene una serie de nombres como El Tajín, pirámide de Papantla, Pirámide de las Historias de los Siete y el Templo de los Nichos. Se ha convertido en el foco del sitio debido a su singular diseño y buen estado de conservación, cada orificio sobre la pirámide significa los días del año.
Tajín Chico
Tajín Chico es una porción de varios niveles de la página que se extiende al norte-noroeste de las partes más antiguas de la ciudad hasta una colina. Gran parte de esta sección fue creada mediante el uso de cantidades masivas de los vertederos. Se trata de un inmenso acrópolis, compuesto por numerosos palacios y otras estructuras civiles.
Edificios 3, 23, 15 y 5
Edificio 3 o el 'Templo Azul' tiene algunas características que lo distinguen de otras pirámides en el sitio. A excepción de seis bancos de la escalera y en la parte superior de las balaustradas, probablemente adiciones posteriores, no hay nichos
Canchas Norte y Sur
El 'Juego de Pelota Norte' es construido por tres capas de losas de gran tamaño. Hay seis paneles tallados con escenas rituales y un friso ornamental que corre a lo largo de ambas paredes. Es probablemente una de las más antiguas construcciones en el Tajín.
Algunas partes de los paneles y frisos se llevan hasta el punto de que grandes áreas son incompletas. Los cuatro paneles fin han escenas relacionadas con el ritual del juego de pelota que se traducen en súplicas a los dioses. Los paneles centrales representan los dioses de responder o realizar un ritual de los suyos.
Cacaxtla


Su nombre proviene de la palabra náhuatl cacaxtli o cacaxtle, que refiere a los canastos de viaje que usaban los mercaderes para transportar sus mercancías. El sitio destaca por el buen estado en el que se han conservado sus murales. El esplendor de la ciudad ocurrió en el periodo Epiclásico.
Centro de la ciudad de Cacaxtla es el Gran Basamento de 200 metros de longitud por 25 metros de alto, una plataforma natural que da una fina posición defensiva y una vista imponente del terreno circundante. Los principales edificios religiosos y civiles de la ciudad estaban ubicados en esta plataforma, así como las residencias de la clase sacerdotal. Muchas otras pirámides más pequeñas y bases de templos se encuentran en las cercanías de la plataforma principal. Debido a que el basamento principal de Cacaxtla no fue excavado sino hasta la década de 1980, muchas de las coloridas decoraciones de los muros fueron preservadas y pueden ser apreciadas en el sitio por los visitantes. De interés particular es el hecho que muchos de los murales parecen combinar la simbología del Altiplano con influencias de los mayas, haciendo de Cacaxtla única en este sentido. El más famoso de los murales preservado en Cacaxtla es el "Mural de la Batalla", ubicado en la parte norte del basamento, que es previo al año 700; está plasmado en una pared inclinada de piedra caliza que es parte de la base de un templo y está dividida en dos por una escalera central. El mural retrata a dos grupos de guerreros en batalla: de un lado están los guerreros jaguar olmecas, armados con lanzas, cuchillos de obsidiana y escudos redondos, que están claramente derrotando un ejército invasor huasteco de guerreros pájaro (algunos de los cuales están desnudos y en varias etapas de desmembramiento).
Se cree que la zona arqueológica de Cacaxtla fue capital del pueblo Olmeca-Xicalanca, posiblemente descendientes de los olmecas o de los mayas que llegaron a la región central de México provenientes de la costa del Golfo de México o de la Península de Yucatán alrededor del año 400. Casi nada se sabía sobre los olmeca-xicalancas; el término fue por primera vez mencionado, por el historiador tlaxcalteca Diego Muñoz Camargo a finales del siglo XVI, cuando describió a Cacaxtla como el principal asentamiento de los olmecas. Sin embargo, muchos arqueólogos, consideran que la cultura olmeca finalizó alrededor del año 400 a.C., unos 800 años antes.
Siguiendo la caída de la cercana Cholula, aproximadamente en el año 600, en la que los cacaxtlecas debieron estar involucrados, la ciudad se convirtió en el poder hegemónico de esta parte del valle de Puebla-Tlaxcala. Su ascendencia llegó a su fin alrededor del año 900 y ya por el 1000, la ciudad fue abandonada.
Para llegar al sitio arqueológico de Cacaxtla, se toma la carretera federal de cuota R 150. En la caseta de peaje de San Martín Texmelucan habrá que desviarse a Tlaxcala. Después de San Martín se recorren tres kilómetros, al llegar a la desviación hacia Nativitas, después de un kilómetro, aproximadamente, se localiza el camino hacia Tepetitla; se sale de esta población y se encuentra el entronque ubicado a la entrada de San Rafael Tenanyecac. Desde este punto se toma el camino de la izquierda que pasa por los poblados de San José Atoyatenco, San Miguel Xochitecatitla y San Bernabé Capula; dos kilómetros antes de Santa María Nativitas se localiza, a la izquierda, el acceso que conduce al sitio.
Cacaxtla es una de las zonas arqueológicas de mayor interés en el centro de México. Entre los elementos que la conforman destaca la pintura mural prehispánica que adorna varios de sus edificios. Las primeras construcciones del Gran Basamento de Cacaxtla, que es donde se encuentran la mayoría de los monumentos expuestos al público, consistían en un grupo de edificios de adobe. Después de un tiempo estas construcciones fueron demolidas en parte, se rellenó el interior de los cuartos y patios, y sobre la plataforma así creada se construyó un nuevo grupo de edificios hechos de los mismos materiales. Este proceso se repitió varias veces hasta que el Gran Basamento alcanzó su altura actual.
Cacaxtla fue la capital de uno de los grupos llegados al área, los olmeca-xicalancas, en esos momentos de gran desequilibrio social. Estos controlaron el extremo suroeste de Tlaxcala y la mayor parte del valle poblano entre los siglos VII y IX e influyeron en un ámbito más amplio.
XOCHICALCO


Xochicalco es un sitio arqueológico que se ubica en los municipios de Temixco y Miacatlán estado de Morelos, México, a 38 km al sudoeste de la ciudad de Cuernavaca. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. El apogeo de Xochicalco tiene lugar en el período llamado Epiclásico (650 - 900). Durante este lapso se construyó la mayoría de la arquitectura monumental visible hoy en día; su desarrollo y surgimiento se debe entender a partir de su relación con Teotihuacán, el asentamiento dominante en Mesoamérica a lo largo del período clásico.
De acuerdo con algunos investigadores, Xochicalco surgió tras el abandono de aquel centro urbano para ocupar el vacío de poder económico y político provocado por ese hecho.
Se especula que Xochicalco debió haber tenido una comunidad de artistas provenientes de otras partes de Mesoamérica.
Son de especial interés los relieves esculpidos en los lados de algunos edificios. El templo de la Serpiente Emplumada tiene finas y estilizadas representaciones de la deidad, en un estilo que incluye una aparente influencia teotihuacana y maya.
El principal atractivo del Sitio Arqueológico un observatorio dentro de una cueva con escalones labrados hacia el interior, en donde en el Equinoccio los rayos solares la iluminan y la energía solar opera como rayos X al colocar la mano sobre el haz de luz se transparenta la carne y los huesos de los dedos y metacarpio se ve tal como si se tratase de una radiografía o tomografía. Los otros monumentos en el sitio son: los templos piramidales, palacios, tres juegos de pelota, temazcales, una inusual fila de altares circulares. También hay algunas estelas esculpidas con los nombres y escenas de tres reyes de Xochicalco. Algunas estelas han sido removidas de sus lugares originales, y ahora se exhiben el Museo Antropología e Historia del INAH en la Ciudad de México o en el museo de sitio.

Plaza Central. Posiblemente fue el espacio cívico-religioso más importante de la ciudad. Al centro de la plaza se ubica un adoratorio que contenía una estela con dos glifos, a los costados los edificios Este y Oeste, y al fondo la Gran Pirámide, que es la construcción de mayores dimensiones del sitio.
La Malinche. En esta área se localiza el Juego de Pelota Sur, el más grande de los tres que se conocen en el sitio, así como veinte altares redondos y uno cuadrado que tal vez se utilizaban para el cálculo del calendario ritual de 260 días, y un conjunto habitacional conocido como El Palacio, que quizá era ocupado por un grupo de nobles.
Plaza Principal. Con un carácter básicamente político y ceremonial, este espacio contaba con un acceso sumamente restringido. En su interior se encuentran las estructuras más importantes del sitio, como la Pirámide de la Serpiente Emplumada, edificio de extraordinaria belleza y enorme significado, decorado con relieves por sus cuatro caras; el Templo de las Estelas, donde se descubrieron las tres estelas relacionadas con Quetzalcóatl y que actualmente se exhiben en el Museo Nacional de Antropología, y la Acrópolis, residencia de los principales señores de la ciudad, que se localiza en la parte más alta del sitio.
Conjunto Este. En él encontramos el Juego de Pelota Este, la Rampa de los Animales, integrada por 255 losas con representaciones de animales, y el Conjunto Central, área donde se localiza un altar policromado, un complejo temascal o baño de vapor y una cisterna para almacenar agua de lluvia, la cual era distribuida hacia todo el conjunto, mediante un elaborado sistema de drenaje.
Conjunto Oeste. Integrado por estructuras situadas sobre la cueva del Observatorio, el cual fue utilizado para la exploración astronómica.
La gran cantidad de cuevas que se encuentran en las laderas del cerro, no son naturales, fueron excavadas por los xochicalcas para obtener materiales para la construcción; muchas de ellas, fueron acondicionadas para ser usadas con diferentes propósitos, tal es el caso de la cueva en donde se encuentra el Observatorio, en donde se estudiaba el movimiento del sol. Presenta en su interior un pasillo y una gran cámara con una chimenea que mide de la base a la superficie 8.7 metros, cuya boca del tiro es hexagonal; dicho tiro tiene una ligera inclinación para que los rayos penetren y se vea el hexágono proyectado en el piso de la cueva, además se encontraba recubierta con estuco y pintado de colores negro, amarillo y rojo.
CHOLULA


La zona arqueológica de Cholula es un sitio histórico localizado siete kilómetros al oeste de Puebla de Zaragoza, capital del estado mexicano de Puebla. Es una zona federal que se encuentra entre los municipios de San Pedro Cholula y de San Andrés Cholula, y su nombre deriva del vocablo náhuatl Cholollan, que significa "agua que cae en el lugar de huida". Se trata de uno de los asentamientos más antiguos de México, y presenta una ocupación continua desde el período preclásico superior. A pesar de ello, su importancia en Mesoamérica fue variable a lo largo de los dos mil años de historia de la civilización nativa de América central.
La construcción más importante de la zona arqueológica es el Templo de Tláloc venerado localmente por su nombre calendárico: 9 Lluvia o Chiconquiáhuitl , basamento piramidal construido en distintas fases, dedicado a esa divinidad prehispánica y cuyo culto fue uno de los más importantes en toda el área mesoamericana. Es una de las pirámides más voluminosas del mundo, y durante mucho tiempo permaneció en el olvido, creyéndose que era una montaña, sobre la cual fue construido un templo católico en la época colonial. Este templo fue abandonado 100 años después de la caída de Teotihuacán, en tiempo de la hegemonía tolteca en Mesoamérica (Posclásico Temprano, 900-1200 d. C.). El tolteca fue el grupo dominante de gran parte de Mesoamérica, área por la cual se distribuían rasgos característicos de esa cultura.
Para el 1300 d. C., Cholula fue abandonada por los toltecas y a la llegada de los españoles, en el año 1519, los cholultecas eran tributarios privilegiados de Tenochtitlán, y enemigos de los tlaxcaltecas. A la llegada de los españoles el Templo de Quetzalcóatl, se ubicaba al lado poniente de la Gran Pirámide, el cual fue destruido y con sus piedras se edificaron los principales monumentos coloniales. Cholula posee además notables ejemplos de pintura mural, como el llamado Mural de los Bebedores.
Horizonte Postclásico
Podemos afirmar que este horizonte pasó por dos periodos significativos: uno fue el de la reorganización territorial y política, y que abarca aproximadamente los años que van del 800 al 1,000 d.C., y el de los imperios y señoríos militares a partir de este último año, hasta la llegada de los españoles en 1521.
Es en este periodo cuando varios pueblos, llamados chichimecas, que vivían más allá del límite septentrional de Mesoamérica, se desplazaron hacia el sur, tal vez a raíz de una baja en la producción natural de sus tierras, desertificadas por cambios climáticos. Agredidos por los invasores y con sus campos de labranza reducidos por el cambio, los mesoamericanos próximos a la frontera se vieron obligados a echarse sobre sus vecinos, a veces en forma pacífica y otras de manera armada, y estos vecinos hicieron lo mismo con otros, y así sucesivamente hasta que toda Mesoamérica se vio afectada, acabándose el esplendor que había alcanzado la civilización mesoamericana durante el clásico. El proceso duró por lo menos trescientos años, tendiendo a atenuarse conforme avanzaba hacia el sur.
El origen divino de todas las normas y leyes que regulaban la vida pública y privada de todos, con la consiguiente sanción sobrenatural a las violaciones voluntarias o involuntarias fueron características mesoamericanas desde el clásico. Hubo nuevos dioses, o por lo menos algunos adquirieron mayor relevancia -por ejemplo, dioses guerreros como Camaxtli y Huitzilopochtli, o sus equivalentes conocidos con otros nombres en diversos lugares- y cabe suponer que hayan surgido también nuevas leyes o una expresión más vigorosa de las ya existentes, acordes con el carácter guerrero prevaleciente. Su desobediencia, por supuesto, acarrearía castigos divinos.
POSCLASICO TEMPRANO
-Los toltecas

Uno de los grupos chichimecas que a la postre alcanzaría un gran desarrollo fue el de los toltecas. Un personaje legendario, Ce Acatl Topiltzin, los condujo a Tula, en donde tuvieron un alto desarrollo hacia el siglo X. Pese a que nunca llegó a tener el poder y la fama que en su momento tuvo Teotihuacán, Tula se convirtió en un centro hegemónico para toda el área del altiplano central en donde impuso el culto a Quetzalcóatl. Como pueblo guerrero que era, sometió por la fuerza a todas las ciudades cercanas, quienes debían rendir tributo a los toltecas. Se cree, que en un momento dado, los pueblos dejaron de pagar el tributo, causando la ruina de Tula.
-Leyenda de Quetzalcóatl
Uno de los grupos chichimecas que a la postre alcanzaría un gran desarrollo fue el de los toltecas. Un personaje legendario, Ce Acatl Topiltzin, los condujo a Tula, en donde tuvieron un alto desarrollo hacia el siglo X. Pese a que nunca llegó a tener el poder y la fama que en su momento tuvo Teotihuacán, Tula se convirtió en un centro hegemónico para toda el área del altiplano central en donde impuso el culto a Quetzalcóatl. Como pueblo guerrero que era, sometió por la fuerza a todas las ciudades cercanas, quienes debían rendir tributo a los toltecas. Se cree, que en un momento dado, los pueblos dejaron de pagar el tributo, causando la ruina de Tula.

-Expansión del dominio tenochca
La hegemonía de Tenochtitlán sobre el área central de Mesoamérica, se fue extendiendo a la par que las diferencias entre los pillis (nobles) y los macehuales (pueblo) se profundizaban. Hacia el año de 1450 el entonces gobernante Moctecuhzoma Ilhuicamina, llevó el dominio mexica hasta las costas del Golfo; sin embargo, una terrible hambruna azotó a la población del valle de México, hecho que se interpretó como un signo del enfado de los dioses. Se impusieron entonces sacrificios humanos que se debían llevar a cabo una vez al mes, para lo cual, era necesario tener siempre prisioneros que sacrificar.
Tenochtitlán
Fundación de Tenochtitlán
Cuenta la leyenda que los mexicas salieron de un lugar ubicado en el norte de Mesoamérica, llamado Aztlán, para iniciar un largo peregrinar (de casi 200 años) que los conduciría finalmente a un islote en el centro del lago de Texcoco: ahí encontraron un águila devorando a una serpiente. Este suceso, ocurrido cerca del 1325, fue considerado como una señal de que ahí deberían establecerse. Lo llamaron México-Tenochtitlán. Los mexicas tenían un nivel de desarrollo aceptable, por lo que aplicaron sus conocimientos para construir una gran ciudad. Se cree que hacia estos años se fundó Tlaltelolco.
-Supremacía de Tenochtitlán
A Moctezuma Ilhuicamina le sucedieron Axayácatl y sus hermanos Tizoc y Ahuízotl. Ellos lograron consumar la supremacía de México-Tenochtitlán sobre toda la parte central del país. Las guerras de sometimiento les permitieron obtener un gran número de prisioneros, que fueron sacrificados en 1487 durante la dedicación del Templo Mayor. Tenochtitlán se convirtió en una gran ciudad y en un gran imperio que recibía tributo de todos los pueblos sometidos. Con un amplio poder en el Valle de México, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Morelos y parte de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, gobernó finalmente Moctezuma II, Xocoyotzin, quien se convertiría en un verdadero tirano. A él le tocaría enfrentar la llegada de los españoles y morir prisionero en 1520.
-La gran Tenochtitlán
Existen diversos relatos de cómo era la ciudad de Tenochtitlán. El centro de la ciudad estaba ocupado por los edificios de gobierno y de culto. El Templo Mayor era imponente y en su gran rectángulo albergaba más de 70 edificios. El más grande era la pirámide de sus principales dioses: Huitzilopochtli, de la guerra, y Tláloc, de la lluvia. El santuario estaba rodeado por habitaciones sacerdotales, escuelas para nobles, juegos de pelota, palacios del tlatoani, casa de las fieras, depósito de tributos y mercado. Más allá del centro, estaban los calpullis, con habitaciones, cultivos, templos y edificios del gobierno civil, intercomunicados por canales y puentes. A su vez, la ciudad se comunicaba con tierra firme por medio de cuatro calzadas: Tepeyac, Tacuba, Iztapalapa y Coyoacán. Dos acueductos proveían de agua potable a la metrópoli.
-Cosmovisión
Para los mexicas, el mundo era un plato plano dividido en cuatro partes por una cruz, al centro de la cual había una piedra verde donde habitaban los hombres. Este plato se encontraba rodeado de agua. Encima se encontraba el cielo con trece pisos habitados por dioses y seres sobrenaturales; abajo estaba el inframundo con nueve pisos. Todos los niveles se encontraban comunicados pues los dioses regían desde ellos los destinos del hombre durante determinados ciclos, mismos que llevaban un orden calendárico lo cual les permitía a los mexicas prepararse o atenuar los desplantes de los dioses.
Chichén Itzá
Es uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán, en México, ubicado en el municipio de Tinum, en el estado de Yucatán. Vestigio importante y renombrado de la civilización maya, las edificaciones principales que ahí perduran corresponden a la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico.
La arquitectura masiva que ha llegado hasta nuestros días y que hoy es emblemática del yacimiento, tiene una clara influencia tolteca. El dios que preside el sitio, según la mitología maya, es Kukulcán, representación maya de Quetzalcóatl, dios tomado del panteón de la cultura tolteca. Dicho esto, hay que considerar que Chichén Itzá fue una ciudad2 o un centro ceremonial, que pasó por diversas épocas constructivas e influencias de los distintos pueblos que la ocuparon y que la impulsaron desde su fundación.
Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.
Es en este juego admirable de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra de la milpa en la región.
Queda evidente la íntima relación que hicieron, los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Se infiere, por ende, que ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayas.
MITLA


Principal centro ceremonial después de Monte Albán, la palabra Mitla o Mictlán es de origen náhuatl y significa "Lugar de los Muertos" o "Inframundo" en zapoteco se llama "Lyobaa" que significa "Lugar de entierros", el cual ya en mexica quedó en Mitlan, "lugar de muertos" y ya españolizado sólo Mitla.
El conjunto arqueológico y el pueblo actual son zapotecos, Mitla fue habitada desde la época clásica (100 a 650 d. C.) alcanzando su máximo crecimiento y apogeo en el período post clásico (750 a 1521 d. C.).
El mayor atractivo de la zona arqueológica de Mitla es sin duda, la variada ornamentación de sus edificios, lograda mediante el sistema de grecas que la distingue de las del resto del país.
Se aprecian cinco grupos de construcciones conocidos como: Grupo del Sur, Grupo del Adobe, Grupo del Arroyo, Grupo de las Columnas y Grupo de la Iglesia. Los dos primeros están clasificados como conjuntos ceremoniales, integrados por montículos y plazas centrales, los otros tres se catalogan como palacios organizados con habitaciones alrededor de patios cuadrangulares.
De los cinco los mejores conservados son el grupo de las columnas y el grupo de la Iglesia.


Grupo de las columnas: se caracteriza por el uso de columnas monolíticas de donde se deriva su nombre.
El gran Salón de las Columnas es de planta rectangular. Por este salón se penetra al palacio principal a través de una estrecha puerta. Al salir del pasadizo nos encontramos en el patio de las grecas, desde donde tendremos acceso a cada uno de los cuatro salones, decorados por tres tableros con mosaicos de grecas de piedra labrada que forman diferentes dibujos geométricos en cada banda; las grecas están formadas por miles de tabletas de piedra pulida, engarzadas entre sí sin ninguna mezcla.
En los edificios norte y oriente se encuentran las más bellas tumbas, donde eran enterrados los sacerdotes y los reyes zapotecas; en el primero, frente a la escalera, está la entrada de una tumba cruciforme, con antecámara; el techo tiene grandes dinteles de piedra monolítica y los muros están decorados con tableros y mosaicos de grecas; el del oriente se caracteriza por una columna de piedra monolítica que sostiene el techo.
POSCLASICO TARDIO
-Aztecas



De forma general, llamamos aztecas a los habitantes de los territorios conquistados por Hernán Cortés, aplicándolo, por tanto, ese término no sólo a los propios aztecas sino también a los mexicanos.
Los aztecas fundaron la ciudad de Méjico, donde se establecieron.La cultura azteca se caracteriza por ser buenos en la administración, de hecho, basaban la división de su territorio en 38 provincias tributarias y su organización social era una estratificación piramidal.
En lo alto de esta pirámide se encontraban los Nobles y los Sacerdotes. Después de éstos, estaban los mercaderes y los guerreros. Por último, en la base de la pirámide, se encontraban los labradores y después los esclavos.
Los principales cultivos que practicaban los aztecas eran el maíz, la fruta, el tabaco y los Chiles.
Los aztecas hablaban una lengua llamada náhuatl. La escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión, etc.
Algunos códices han perdurado a lo largo del tiempo como es el caso del Códice Borbónico. Se trata de un libro-calendario con dos partes, la primera un libro de los destinos, llamado tonalamalt y la segunda las fiestas de los meses, xiuhpohualli.
En la sociedad azteca, el emperador tenía poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente.
La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos, etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli.
Apenas había grupos sociales intermedios. Aquí podemos situar a los comerciantes enriquecidos de la capital, que conseguían ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo alguno de sus esclavos como víctima de un sacrificio ritual.
También había esclavos que se utilizaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos de los esclavos se encontraban en esta situación de forma temporal, hasta que pagaran una deuda o una condena. Otros eran prisioneros de guerra que podían ser sacrificados a Huitzilopochtli.
En el plano sexual, sólo existían dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar dentro del matrimonio y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas se consideraba que estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal. Estas relaciones siempre se mantenían antes de que los guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, por otra parte, era severamente castigado.
Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente.
Otro aspecto fundamental en la vida cotidiana de los aztecas era la educación, que era obligatoria, aunque con diferencias según el sexo.
Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa por las noches y el segundo era una especie de internado que se reservaba casi íntegramente a los nobles.
Las chicas en cambio eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio.
En esta educación, la religión tenía un papel importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
La autoridad suprema en la ciudad de México-Tenochtitlán era un tlatoani (en náhuatl tlahtoani 'orador'). El "imperio mexica" llamado por sus súbditos Triple Alianza fue inicialmente una alianza militar de tres ciudades: Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlán. Al frente de cada una de estas había un tlatoani que era la máxima autoridad en esa ciudad. Con el paso del tiempo la ciudad de Tenochtitlán fue prominente y de hecho las otras dos pasaron a estar sometidas de facto a las órdenes del tlatoani de Tenochtitlán que por eso se denominó huēy tlahtoani ('gran orador') para señalar su posición por encima de los otros dos. Este es el cargo al cual la historiografía europea llama "emperador mexica".
Todos los puestos de tlatoanis (náhuatl tlahtoqueh o tlahtoanih) eran cargos hereditarios. Además de los tlatoanis existían los "nobles" (náhuatl pīpiltin) con muchos de los cuales el tlatoani tenía relaciones de parentesco. A esa clase pertenecía frecuentemente la esposa del "emperador". El resto de la sociedad estaba formada por guerreros, sacerdotes y los plebeyos (náhuatl macehualtin)
La religión mexica fue la síntesis de las creencias y tradiciones milenarias de los antiguos pueblos mesoamericanos, de una complejidad que implicaba la existencia misma, la creación del universo y la situación del ser humano respecto a lo divino, ligada estrechamente a la agricultura y a la lluvia. El concierto humano tenía en la naturaleza divina su razón de ser e implicaba diversos conceptos, de los que los mexicas fueron los herederos de un núcleo religioso mesoamericano construido a lo largo de muchos siglos.
Los dioses estaban integrados de forma variada por esas dos materias y mantenían una comunicación constante con los humanos, los que podían llegar a "alojar" en los cuerpos mundanos de forma intensa (convirtiendo al ser habitado en el dios mismo, como en las fiestas en que sacrificaban a un noble que era habitado por Xipe Tótec) o de forma ligera provocando perversiones o virtudes.
Quetzalcóatl era un dios antiguo, anterior a los mexicas del cual hay diferentes versiones: Para algunos era el creador del hombre, mientras que para otros era un dios civilizador identificado como Prometeo. El mito de Quetzalcóatl es muy interesante para entender la reacción de los mexicas ante la llegada de los conquistadores. Este dios también es conocido como el dios del viento bajo el nombre de Ehécatl, que es una de sus formas, y otra de sus formas es la de dios del agua y dios de la fertilidad. Quetzalcóatl es considerado hijo de la diosa virgen Coatlicue y hermano gemelo del dios Xólotl. Como introductor de la cultura, él trajo al hombre la agricultura y el calendario, y es patrón del las artes y de los oficios. En un mito mexica el dios Quetzalcóatl permitió ser seducido por Tezcatlipoca, pero se arrojó a sí mismo a una pira funeraria lleno de arrepentimiento. Tras su muerte su corazón se convirtió en el lucero de la mañana, y como tal es vinculado con la divinidad Tlahuizcalpantecuhtli. En cualquier caso, este dios, descrito como un ser de rostro blanco y barbado, era un dios pacífico y civilizador, opuesto a los sacrificios humanos, que intentó detener esta práctica ritual. Al fracasar en su propósito, emigró hacia el este, prometiendo que un día regresaría en un año determinado de la cuenta mexica.
En el centro de la ciudad se encontraba el Templo Mayor, un recinto amurallado (con un muro en forma de serpiente, coatepantli) donde se encontraban los principales templos y la Casa de los jóvenes (telpuchcalli). Cerca de ahí se encontraba el palacio de Axayácatl, que disponía de 100 habitaciones con baño propio para los visitantes y embajadores.
El palacio de Moctezuma tenía varios anexos. Uno de ellos era la casa de las fieras: dos recintos donde se cuidaban animales de gran parte de Mesoamérica. Un recinto estaba dedicado a las aves de rapiña y el otro a una gran variedad de animales, que incluía aves, reptiles y mamíferos. Alrededor de 300 personas estaban encargadas del cuidado de los animales. Existía también un jardín botánico dedicado especialmente a las plantas medicinales. Otra sección era una especie de acuario, que contenía 10 estanques de agua salada y 10 estanques de agua dulce para peces y aves acuáticas.
Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran removidos. Fue tratando de cruzar estos canales de noche que los invasores perdieron la mayor parte del oro que habían robado del palacio de Moctezuma. El trazo de los canales aún se conserva en el trazo de algunas avenidas de la actual Ciudad de México como México-Tacuba, Calzada del Tepeyac o Calzada de Tlalpan
El pueblo mexica fue un buen pueblo escultor ya que podían realizar esculturas de todos los tamaños en las que plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle. En las esculturas más grandes solían representar dioses y reyes. Las más pequeñas las utilizaban para representaciones de animales y objetos comunes. Los mexicas utilizaron la piedra y la madera y a veces decoraban las esculturas con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
La música, canto y danza acompañaba a todas las ceremonias de carácter religioso, los matrimonios, los funerales, los sacrificios, las de carácter político como la ascensión de un nuevo dirigente, las de carácter guerrero e incluso las festividades relacionadas con los ciclos calendáricos. Los bailes religiosos se realizaban en los patios de los templos. Algunos instrumentos musicales usados son Teponaztli, Tecomapiloa, Omichicahuaztli, Huehuetl, Coyolli, Chililitli, Chicahuaztli, Cacalachtli, Ayotl, Ayacahtli, Tetzilacatl, Ayoyotes.
CULTURA TARASCA


Una de las áreas de Mesoamérica es la llamada occidente de México, a la cual pertenecen: Colima, Jalisco, Nayarit, Michoacán y parte de Guerrero. Cada una de estas regiones presenta variaciones en los detalles, pero todas expresan una misma actitud fundamental, su propio lenguaje artístico y un idioma plástico con un repertorio formal muy peculiar de estas zonas.
SITUACION GEOGRAFICA

La mayoría de las sierras forman parte del eje volcánico transversal y están cubiertas por una densa vegetación de selvas y bosques. Los valles y las sierras crearon una serie de culturas marcadamente locales que por lo general éstas no trascendían en el valle donde se encontraban.
En el fondo de algunos valles se encuentran extensiones lacustres importantes como Chapala, Cuitzeo, Pátzcuaro, Sayula, etc. Según la altura sobre el nivel del mar producían diversos recursos. Los valles costeros o la tierra caliente de 100 a 1,000 mts. sobre el nivel del mar producían algodón y cacao. La tierra templada de 1,000 a 1,800 mts. Sobre el nivel del mar producía maíz, frijol, calabaza y frutos silvestres. Y la tierra fría de 1,800 a 2,800 mts. Sobre el nivel del mar producía el maíz y el maguey, y se explotaban los bosques y las lagunas.
Los valles costeros o la tierra caliente de 100 a 1,000 mts. Sobre el nivel del mar producían algodón y cacao. La tierra templada de 1,000 a 1,800 mts. Sobre el nivel del mar producía maíz, frijol, calabaza y frutos silvestres. Y la tierra fría de 1,800 a 2,800 mts. Sobre el nivel del mar producía el maíz y el maguey, y se explotaban los bosques y las lagunas. Estas sociedades tenían una economía principalmente agrícola complementada por la caza, la pesca y recolección de frutos. La población no era numerosa y las aldeas eran pequeñas.

ORIGEN DE LOS TARASCOS
Los primeros habitantes del occidente de México eran los michuaques, de pensamiento muy primitivo. Su arte se puede considerar como "realismo ingenuo", pero con una asombrosa potencia creadora. La palabra "michoaque" significa: Habitantes del lugar del pescado.
ORIGEN DE LA PALABRA " TARASCO”
Cuando en el año 1522 llegaron los conquistadores españoles, los miembros de la corte y Calzontzin, el último soberano de la nación, procuraron ganarse su amistad. Les dieron a sus hijas como mujeres y los llamaron "tarascos" que en su lengua quiere decir "yerno". Los españoles creyeron que ese significado era del pueblo, cuando en realidad era "purépecha".
LA SOCIEDAD TARASCA ANTECEDENTES

Existen diversos lienzos que de alguna manera están relacionados directamente con la historia de los Tarascos. Por ejemplo:
El lienzo de Jucutácato. Documento que esclarece la historia del Michoacán prehispánico. Se supone que fue elaborado en la década de 1530 a 1540, basado en la tradición oral. Recuerda a los códices prehispánicos.
El lienzo es un tejido muy fino de fibras de algodón que mide 2.63 mts. de largo por 2.03 mts. de ancho. Los colores usados son el negro y el naranja. Existen otros lienzos que están relacionados con la historia antigua de Michoacán, como el lienzo de Carapán, el de Puacuaro y el de Nahuatzen.
El lienzo trata de la migración de artífices nahuas que van al valle de México y de ahí a la zona de Zacapu y las cercanías de Uruapan; y se establecen en Xiuhquillan de donde más tarde partirían en busca de minas. Los estudios parecen coincidir en que se trata de un documento relacionado con la técnica del cobre.
LA SOCIEDAD PUREPECHA

Cultura situada cronológicamente en el horizonte post-clásico (900-500 D.C.) cuya evolución fue la más notable en la región de la zona lacustre de Michoacán.
Los tarascos o purépechas crearon un gran poder militar. La sociedad purépecha estaba situada en la región de Zacapu alrededor del lago de Pátzcuaro. Ahí se encontraban las tres sedes del imperio Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro.
Tariácuri, hijo de " Vacusecha" e Isleña, fue el fundador del poderío tarasco. Desde joven se enfrentó a varios pueblos que lo derrotaron. Posteriormente se relacionó con Zurumban, señor de Tatriaran quien lo mandó a una región boscosa desde donde realizó incursiones a varios poblados.

Mientras tanto hay algunos conflictos con los moradores de Pátzcuaro, situación que aprovecha Tariácuri, fundador, para reconquistar a Pátzcuaro, desde donde también se planea la conquista de todo Michoacán.
Divide su territorio entre su hijo Hiquingare y sus dos sobrinos Hiriapan y Tangaxoan quedándose el tariácuri con Pátzcuaro, su hijo con Ihuatzio y el sobrino con Tzintzuntzan.
La sociedad tarasco purépecha era fuertemente centralizada y jerarquizada: En la cúspide se encontraba el Calzonci, máximo gobernante. Seguía el petámuti o sacerdote mayor a cargo del culto al dios curicaueri y juez principal en asuntos religiosos.
Después estaba el Gran Consejo, formado por un gobernador general y un capitán general de los ejércitos. Por último, estaban los gobernantes militares de las cuatro fronteras del Estado.
Más abajo existía una nobleza menor que comprendía a los acompañantes y sirvientes del Calzonci. Además, estaban los ocambecha o los encargados de recolectar tributos.
Los mayores estaban encargados de organizar las fiestas y celebraciones, artesanos especializados. Después venía la gente común y los esclavos.
ECONOMIA

Los tarascos tuvieron una economía mixta basada en la agricultura, caza, pesca y recolección. Los tributos y el comercio suplieron la deficiencia de materias primas.

Cultivaron el maíz, frijol, chile, calabaza, tabaco, algodón, chía y otras especies. Tenían el bastón plantador y la coa con punta de cobre para hacer agujeros.
También fueron buenos pescadores, empleaban canoas, redes, anzuelos de cobre, por medio de los cuáles obtenían charales, truchas y pescado blanco.
RELIGION
La deidad más antigua y que gozaba de mayor veneración era curicaueri, dios del fuego, su hijo llamado también curicaueri era dios solar, lo simbolizaban el águila y el colibrí.
La voz tarasca para colibrí es tzintzuni, por esto, es la capital tzintzuntzan que significa "donde está el colibrí". También objeto de adoración eran Xaratanga diosa de la luna y cuerauáperi "la creadora", madre de los dioses. También existen tres animales simbólicos de los dioses de la muerte que son el topo, la ardilla y la comadreja.
CULTO A LOS MUERTOS
El entierro de un difunto prominente era motivo para desplegar un lujo notable. Los tarascos incineraban a sus a sus muertos, también eran sacrificadas sus mujeres y sirvientes, y eran enterrados junto con el difunto.
ARTES DE MEXICO.
LA CERAMICA
Lo que los tarascos representan no son dioses sino hombres, mujeres, animales y frutas. Era un arte profano que se deleita en la descripción de la vida cotidiana que parece ignorar lo metafísico.
Además, se enterraban sus armas, joyas y otros objetos de valor. La vida del difunto se reproducía con frecuencia en obras en miniatura que parecen juguetes.
ARTE
El arte tarasco, visto como conjunto, es alegre y lleno de exuberante alegría de vivir. Los tarascos llegan a desarrollar un oficio de expresividad vigorosa con una sensibilidad estilística que es muy marcada y muy suya.
A prenden a configurar el cuerpo en todas las dimensiones, se esfuerzan en representar al hombre y al animal en toda su movilidad, por captar las torsiones, vueltas, intersecciones, por crear dinamismo.

Logran intensificar la observación de la realidad que caracteriza a las creaciones de la cultura preclásica. Se ha designado al arte tarasco como "arcaico evolucionado". Se acepta el hecho real como real, sin interpretación metafísica. Se atiene a la apariencia exterior. Para el arte tarasco la vida es interesante, no enigmático ni demoníaco.
ARTESANIA
Una Artesanía de gran importancia fue la plumaria, en la cual utilizaban plumas de varios colores verdes, moradas, amarillas, rojas, negras, blancas, y azules que cortaban en pedazos y pegaban para formar los mosaicos.
ARTESANIA PLUMARIA
Este arte se aplicó a la confección de mantas, escudos, capas, abanicos, y de otras prendas que usaban los altos dignatarios y sacerdotes.
ARTESANIA
La alfarería se hacía con fines domésticos, comerciales y ceremoniales. Las ollas, cuencos, comales y platos de color café y rojo servían para cocer y comer los alimentos y almacenar agua y semillas.
Las vasijas polícromas en colores crema, rojo, negro y otras tonalidades servían para los intercambios comerciales y para colocarlos como ofrendas a los muertos. Vasijas con vertedera y asa de estribo, trípodes, incensarios con mango eran empleadas en el culto a las deidades.
En el aspecto del arte lapidario, se tallaron piedras duras como el basalto del cuál obtenían esculturas en forma de coyote y algunas esculturas antropomorfas, lo mismo que un chac mol, cristal de roca traslúcido para sus * bezotes y collares.
La obsidiana negra y roja se utilizaban para obtener puntas de proyectil, espejos, bezotes, orejeras, cuentas de collares, cuchillos, etc. También labraron el xanamu o piedra volcánica para revestir sus yácatas; el ámbar y el azabache.
LA MANUFACTURA DE LAS LACAS
Es generalmente admitido que los indígenas no recibieron esta artesanía de los españoles sino que desde los tiempos prehispánicos la poseían. La decoración de jícaras y bateas era también conocida.
Fray Juan de San Miguel dejó la descripción de esta artesanía:
"Se producen jícaras y bateas en su mayor parte de forma redonda y de todos tamaños. Las piezas de madera sin pintar se las compran a otros indios.
Para laquear cada pieza la cubren primero con una mano de litomarga (variedad de arcilla plástica) en que trazan los dibujos, luego recortan éstos con un cuchillo y llenan las incisiones de diversos colores que frotan con el dedo pulgar, los detalles se van agregando con un punzón muy agudo.
Se pone luego el barniz y se produce el hermoso pulimento bruñendo la superficie con una pelotilla de algodón. La pintura se obtiene de unos pulgones llamados aje que durante las aguas juntan los indios de Huetamo, seis días de camino de Uruapan. Los dibujos representan casi siempre flores que el artista copia de modelos que tiene a la vista."
LA ARQUITECTURA
La arquitectura purépecha se caracteriza por la construcción de grandes plataformas, terrazas y por pirámides de planta mixta conocidas como yácatas.
Las yácatas eran pirámides edificadas sobre grandes plataformas que tenían una parte en forma de pirámide y otra en forma de cono. Las yácatas estaban hechas con piedra volcánica y lajas unidas con argamasa. Posteriormente se recubrían con losas .
En Tzintzuntzan se encuentra la zona arqueológica de "las yácatas". Las cinco pirámides sobre una terraza artificial de 45 mts. de largo por 250 mts. de ancho aprox. Están colocadas en la parte posterior de la plataforma, con una altura de aprox 12 mts.
TECNOLOGIA
La metalúrgica es una de las actividades que hizo su aportación en la Mesoamérica postclásica. Hacia el siglo X aparecen los primeros trabajos de metales en la costa del Pacífico en los Estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán. En esta época se efectuaba la extracción de oro, plata, cobre, estaño y plomo.
El oro se extraía principalmente a través del lavado de arena en ríos y arroyos, mientras que la plata y el cobre eran obtenidos al excavar en cielo abierto o en pozos y galerías.
Los utensilios usados en la extracción del metal eran martillos de piedra con mango de madera, morteros de piedra, puntas de hueso, navajas de obsidiana, cucharones de barro y cuñas de madera.
La purificación se realizaba a través del procedimiento llamado de torrefacción que consistía en mezclar el metal en bruto con carbón y encenderlo, avivando después el fuego al soplar a través de unos tubos de cobre. El metal se licuaba y después se separaba al verterlo en un recipiente.
LA PLATERIA MEXICANA
En México la explotación minera subterránea formal se inició durante los períodos clásicos temprano y medio, entre el año 1 y 700 de nuestra era, pero debemos recordar que la minería es solamente un arte de la cadena tecnológica para el aprovechamiento integral de los minerales.
Los siguientes eslabones fueron la preparación mecánica, la metalurgia extractiva, la orfebrería, el uso de moldes, de hilos, etc. En México se alcanzó la metalurgia extractiva simultáneamente con la orfebrería a principios del siglo IX de nuestra era, probablemente difundida desde Sudamérica.

El desarrollo de la metalurgia propiamente dicha aparece en México tardíamente, por el año 800 D.C.
Hasta hoy existe un consenso entre los investigadores del tema en aceptar que el conocimiento fue introducido por vía marítima a través de rutas por el océano pacífico, desde centro y Sudamérica. Esto explicaría en gran medida que el desarrollo primario de esta técnica se diera en las regiones de Oaxaca, Guerrero y Michoacán, difundiéndose posteriormente hacia el resto de la superárea. Es factible pensar en el uso de rutas terrestres entre Centro y Sudamérica con las culturas asentadas en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

Sin lugar a dudas el cobre nativo fue el primer metal que se trabajó y el más difundido durante la época prehispánica. Se utilizó para trabajar objetos de diversos tipos: objetos rituales, adornos, herramientas, etc. Fue muy común su uso en ligas con oro y plata para dar cohesión a los metales, y con zinc y plomo, o con ambos a la vez, para crear aleaciones de bronce. Los mineros prehispánicos usaron métodos de explotación como los rebajes abiertos, el de salones y pilares, y el de corte y relleno.

Las técnicas de trabajo usadas en el México antiguo se clasifican en dos grandes apartados:
1.- Técnicas en frío, que a su vez se subdividen en:

1.1) Técnicas primarias, que comprenden laminado, repujado, estampado, grabado, uniones mecánicas y pulido.

1.2) Técnicas complementarias, que incluyen el forrado, el chapeado, incrustación y embutido, el engastado, la coloración por concentración y el templado.

2) Técnicas con calor, que incluyen el fundido, destemplado, la elaboración de alambres (hiladura), licuación, fundición y vaciado.

2.1) Las técnicas de recubrimiento y unión.
Así mismo, se ha elaborado una clasificación de los objetos de metal de acuerdo a su uso en:

2 ) Técnicas con calor, que incluyen el fundido, destemplado, la elaboración de alambres (hiladura), licuación, fundición y vaciado.

2.1) Las técnicas de recubrimiento y unión.
Así mismo, se ha elaborado una clasificación de los objetos de metal de acuerdo a su uso en:

A) Objetos de uso práctico, que comprenden: hachas y hachuelas como herramientas y en algunos casos usadas como moneda; coas y azadas para la agricultura; punzones y cinceles como herramientas; agujas y alfileres; anzuelos, tubos, sopletes, cerbatanas y pinzas para depilar.

B) Adornos: cascabeles, pendientes, diademas, narigueras, orejeras, bezotes, collares, pectorales, cuentas, pinjantes, placas cosidas en los vestidos, brazaletes, pulseras, anillos, uñas falsas, rodilleras, ajorcas, polainas, cactlis, etc.

En orden de importancia, los indígenas prehispánicos conocieron y trabajaron el oro, cobre, plata, estaño y plomo. El oro se obtuvo y trabajó principalmente en múltiples sitios de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y la Región Central, y en menor escala también se encontró en la zona maya. El cobre provenía en gran parte de Michoacán.
Durante la época prehispánica, se distinguieron dos áreas por su trabajo en los metales: La Mixteca, región famosa por su joyería en oro y plata; y el Occidente de México, donde los artífices tarascos y otros trabajaron principalmente el cobre, algunas aleaciones y en menor proporción la plata. Encontramos evidencia de la utilización de la plata en diversos documentos. Así, una antigua fuente se refiere a Caltzontzin, señor de Michoacán, como el soberano más rico en oro y plata que el mismo Moctezuma, tlatoani de la gran Tenochtitlán.
La mayor parte de los objetos arqueológicos prehispánicos fabricados en plata, proviene del occidente de México. Entre los que se encuentran: pectorales en forma de cuarto menguante, narigueras en forma de aros abiertos, láminas colgantes, cascabeles, pendientes zoomorfos, discos laminados y repujados con diseños simbólicos. Orejeras tipo carrete, varios pectorales y "tezcacuitlapilli" o espejos de las posaderas, los cuáles iban montados sobre cuero o madera para usarse como adornos posteriores del cinturón, como se puede observar en las cariátides de Tula.